“La Conjura de los necios” de John Kennedy Toole
ISBN 978-84-339-3434-5 Título original A Confederacy of Dunces
La conjura de los necios (Otra vuelta de tuerca) (Spanish Edition) . Editorial Anagrama 1982
No solo la novela es buenísima, sino que incluso la historia del autor y la misma novela es increíble. Kennedy Toole nació en Nueva Orleans, estudió lengua inglesa en Columbia, fue profesor, estuvo con el ejército estadounidense en Puerto Rico enseñando inglés, regresó a vivir con sus padres en Nueva Orleans, ayudó a un amigo vendiendo tamales en la calle y trabajó en una fábrica de ropa, de acuerdo con Wikipedia. Muchas de esas vivencias Kennedy las aprovechó para escribir su novela. Después de escribirla intentó que se la publicaran, pero fue rechazado, esto provocó una depresión al autor, que acabó suicidándose en 1969, sin tener idea del éxito que su novela póstuma tendría. La madre nunca quiso dar a conocer lo escrito en la nota de suicidio de su hijo, pero a partir de 1976 se propuso conseguir publicar la obra de su hijo. Después de mucha insistencia convenció al escritor Walker Percy de leerla, quien quedó prendado de la novela. Por fin en 1980 se publicó y fue un éxito de inmediato, ganado en 1981 el premio Pulitzer.
SI tuviera que describir rápido esa novela diría que es una tragicomedia picaresca, una obra divertida, absurda, irreverente, políticamente incorrecta, llena de personajes pintorescos, contradictorios y un poco surrealistas, donde cada nuevo empleo del protagonista y demás personajes se convierte en una aventura. La contradicción en la vida de Ignatius nos presenta escenas de fino humor, se siente genio, actúa como adolescente, con lo que enfrenta serios problemas que enfrenta con soberbia, se siente incomprendido y la filosofía le sirve de consuelo y justificación, comparándose con Boecio.
El autor inicia su obra presentándonos a Ignatius J. Reilly, protagonista de la historia. Su descripción física de un individuo obeso con “ cabeza que era un globo carnoso”, muy sucio que usa un singular y cochino gorro de cazador verde con orejeras, con un amplio bigote, labios gruesos y en los pliegues de sus comisuras restos de patatas fritas, y mueca de reproche, ojos azules y amarillos. Con esta descripción inicial iremos conociendo a este joven egoísta, soberbio, altanero, contradictorio, de apetito voraz, impulsivo y muy amargado. Sin duda uno de los personajes más notables de la literatura del siglo 20. Algunos de los rasgos de su personalidad me llevan a pensar que de alguna manera inspiró al pequeño Eric Cartman de la serie South Park, ya que además de antipático y gordo, es soberbio, escatológico, pedorro e irreverente. Incluso me recuerda otros personajes como Frank Gallagher de la serie shameless.
Ignatius es un joven de 30 años, que vive en la casa materna, mantenido y consentido por su progenitora, en la ciudad de Nueva Orleans. Se la pasa haraganeando, aunque el afirma que escribe una muy importante obra que es una denuncia contra el siglo XX. Cierto día su madre tiene un accidente automovilístico del cual es culpable, por lo que es condenada a pagar los daños o sería encarcelada, ante esta situación la madre tiene que presionar a Ignatius para que trabaje y le ayude a pagar los daños. Ignatius es orillado al final a salir de su mundo, y enfrentar las atrocidades y horrores del mundo cotidiano, convivir con gente vana e ignorante como nosotros que tenemos que salir diario a trabajar, y a quienes Ignatius odia y desprecia. En sus cavilaciones podemos percibir un hombre culto, que se autoengaña, y sumamente contradictorio como cuando critica la televisión, pero se la pasa mirándola, o sus ambiguas ideas sobre el sexo donde critica ferozmente la sexualidad de su exnovia Myrna Minkoff pero no puede superarla.
Esta novela retrata la vida de diferentes habitantes de Nueva Orleans en los años sesenta y la confrontación de ideologías conservadoras y liberales de esos años en Estados Unidos. Personajes y situaciones absurdas en una ciudad tan diversa y particular como Nueva Orleans son el escenario de esta novela llena de humor y al mismo tiempo llena de amargura, digna de leerse y releerse. Ampliamente recomendable.
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