Bernabé Jurado fue un personaje real digno de ficción, un abogado astuto sin escrúpulos transa, timador, es decir todo un maleante, fué una personalidad del siglo XX que inspiró el término abogángster. Se movió en la esfera del poder, amigo de periodistas y de las celebridades del siglo XX de México. Representa la síntesis de la corrupción que ha operado en el sistema de justicia mexicano afirmó el autor en una entrevista. Me pareció un libro muy divertido, aunque he de admitir que considero que hubo momentos en los que me pareció algo cansado el exceso de lenguaje soez al narrar escenas eróticas, posiblemente justificado al ser Bernabé Jurado quien nos lo narra. Conoceremos la vida de Jurado ubicada desde inicios del siglo XX hasta 1980, sobre su infancia acomodada y la pérdida de la hacienda familiar “Canutillo” a manos de Pancho Villa y como sale adelante estudiando derecho, apoyado por Luis N Morones y Lombrado Toledano al inició de su carrera profesional como abogado sindicalista, para después convertirse en penalista al lograr prestigio defendiendo al actor Emilio Tuero acusado de asesinar a su mujer en 1938. Entre los muchos casos penales que llevó este abogángster destaca el caso del novelista William Bourroghs que durante una fiesta llena de alcohol y drogas decidió jugar al tiro al blanco con su esposa al estilo Guillermo Tell, donde ella se colocó un vaso sobre la cabeza y el erró el disparo y le metió una bala entre ceja y ceja . Es un libro lleno de anécdotas increíbles, como aquellas en las que se comía papeles considerados pruebas documentales en contra de sus clientes. Otra anécdota real según el autor es que fue Bernabé Jurado intercedió personalmente ante Cárdenas en favor de darle asilo a Trotsky en México, aunque aclaro que he leído otras versiones donde Jurado fue un miembro menor en el asunto. En otra parte del libro el autor nos cuenta sobre el odio que Bernabé Jurado le tenía a Maximino Ávila Camacho debido a que Susana Cora esposa de Jurado era amante de Maximino, lo cual provocó grandes peleas en el matrimonio y Susana acusó a Bernabé con su amante, quien mandó encarcelar una temporada a Bernabé en las islas Marías. Hasta ahí todo parece apegarse mas o menos apegarse a la realidad, sin embargo, el autor se da licencia ficticia al exponer a Bernabé como principal sospechoso de la muerte de Maximino.
El libro también nos brinda la oportunidad de recordar muchos de los principales acontecimientos de la historia de México del siglo XX.
Resumiendo, creo que es un libro que vale la pena leer, además de la mucha información que nos brinda, estoy seguro que pasarán un rato muy agradable con su lectura.
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